Un negocio de familia

La historia de Groupe Batteur tiene sus orígenes en 1958, cuando Jacques Batteur, farmacéutico procedente de Lille instalado en la región de París, adquirió Laboratoires Gilbert.

Ambicioso y visionario, implantó y amplió los locales de la sociedad en Hérouville Saint-Clair en Normandía, la región donde su familia solía veranear.  
La familia Batteur ha permanecido vinculada a sus orígenes regionales y a las personas que participaron en el desarrollo de la empresa, y conserva, en la actualidad, la sede social del Grupo y cuatro de las cinco plantas de producción en la Baja Normandía.

En 1986, con el impulso que aportó su hijo, Laurent Batteur, el Grupo inicia un ascenso sin precedentes. Creación de marcas, adquisición de sociedades, inversiones industriales… durante los 25 años en los que Laurent Batteur dirigió el Grupo, la plantilla pasó de 20 empleados a más de 800 y el volumen de ventas creció de 400.000 euros a 150 millones de euros. Un balance más que positivo para este constructor y emprendedor, que cree firmemente en la independencia de la empresa y que siempre ha estado orgulloso de que la sociedad siga siendo familiar. 

Un deseo que comparte con sus tres hijos: Anne-Sophie, Cédric y Romain. Cuando terminaron sus estudios, los tres herederos de la familia Batteur empezaron a trabajar en el Grupo y se formaron en distintos departamentos de la empresa antes de acceder a los cargos directivos que ocupan en la actualidad.

La tercera generación toma las riendas de la empresa

Desde el día 1 de enero de 2012, la empresa cuenta con una nueva organización y los dos hermanos dirigen la sociedad codo con codo desde el Consejo de Administración.
Laurent Batteur conserva su cargo de Presidente y Director General y preside el Comité de Supervisión junto a su hija y algunos administradores.

En la línea familiar, Cédric y Romain Batteur pretenden continuar el trabajo de su padre y de su abuelo para impulsar el crecimiento y desarrollar las actividades del Grupo.